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26/ABRIL UNA
BODA PARA UNA REINA Por
Alfredo ALANIS GONZÁLEZ CUERNAVACA,
Mor.- Después
de varios años de conocerse, llegó a feliz término el noviazgo de la
Reina Nacional de la Charrería 1996-2000, Valeria Coutiño Stackpole y el
integrante de Charros de Huichapan, Hgo., equipo Campeón Nacional del
2000, Teodulfo Basurto Castellanos, al unir sus vidas a través del
matrimonio religioso y civil, en una boda digna de una Reina, es decir,
extraordinaria fiesta en un magno escenario que fue el Rancho Cuernavaca,
lógicamente en la capital del estado de Morelos, donde hubo múltiples
actividades, lógicamente todo organizado por los papás de la novia, el
doctor Fernando Coutiño Esquinca y su esposa también doctora, doña
Minerva Stackpole de Coutiño.
Todo inició el
viernes 23 a las 19:00 horas con un cóctel de bienvenida donde poco mas
de 200 invitados fueron atendidos por los novios y sus familiares,
comenzando bien la fiesta, pues la recepción duró hasta pasada la media
noche. BODA
CHARRA
El sábado, un cúmulo de invitados comenzaron a llegar al Rancho
Cuernavaca desde las seis de la tarde, pues todos sabíamos perfectamente
que desde la llegada de los novios todo iba a ser especial, pues
recordemos lo bien organizados que fueron los cuatro Encuentros realizados
por Valeria en su gestión como Reina Nacional, así que su boda tenia que
ser perfecta. La llegada de los novios fue realmente muy emotivo, pues alrededor de las 19:30 horas con un gran mariachi, Teodulfo llegó bien montado en el famoso caballo que acompañó a Valeria durante toda su gestión, portando un traje de gala con fina botonadura y un sombrero especialmente hecho para la ocasión por don Luis Reveles, es de fieltro blanco con bordado en plata sobre el propio fieltro; llegó escoltado por sus grandes amigos Mere López, Pablo y Paco Cerón, Francisco Rougón y sus hijos Luis y José.
Posterior a la
llegada de Teodulfo, arribó Valeria, iniciando el cotejo los “Chinelos”,
tradicionales danzantes del estado de Morelos que mientras el Dr. Coutiño
tenía su equipo en la Asociación Charros de Cuernavaca, siempre acompañó
a la familia en las competencias, los danzantes bailaban con banda y su
tradicional música, atrás de ellos llegaron muy bien montados los
hermanos de Vale, Fernando y Eduardo, así como su primo Cesar Penagos,
para que después en una carreta, don Fernando acompañaba a la hermosa
novia, quien lució un vestido blanco de muy fina tela, confeccionado en
la casa de modas de doña Oralia González de Cerón. Una vez que llegaron ambos novios, se abrieron las puertas del Rancho para pasar a la iglesia, donde los mas de mil invitados estábamos esperando el tradicional cortejo nupcial, que fue iniciado por Teodulfo acompañado por su señora madre, doña Silvia Margarita Castellanos de Basurto, después entró doña Minerva y don Teodulfo Basurto Bravo, luego los padrinos de velación, don Javier García Sánchez y su amada “Chata” Kuri, la hermana del novio, los hermanos de la novia, sus damas fueron las mejores amigas de Valeria, destacando Fernanda García Duran, Adriana Esquivias y Fernanda Penagos, para que por ultimo entraran con gran alegría don Fernando y Valeria.
Se celebró la tradicional ceremonia religiosa, acompañada con música de violines y al termino de la misma, se formó la tradicional valla charra, es decir, por el centro de la iglesia todos los hombres que portaban el traje nacional, alzaban sus sombreros para que por ahí saliera el cortejo nupcial, por cierto fue muy larga pues estuvieron múltiples personalidades de la Charrería. Casualmente, en la cruz que esta en lo alto de la cúpula de la iglesia, se postró un pavor real blanco, el cual estuvo ahí hasta el termino de la misma, por cierto, el horario de verano dejó que la misa iniciara con luz del sol y culminara con la noche ya caída, alumbrando con los faroles del Rancho y con múltiples velas.
Grandes amigos de los novios fueron los testigos de la boda civil, realizada en un salón contiguo a la Iglesia posterior a la misa, quedando así formal y legítimamente unidos en matrimonio ante Dios y la Ley.
EXCELENTE
FIESTA Una vez casados por las leyes de Dios y de los hombres, los cientos de invitados pasamos al enorme salón al aire libre del Rancho Cuernavaca, para que alrededor de las 10:00 de la noche, la carreta llegara con los novios y los dejó casi hasta la mesa de honor. Posteriormente se sirvió la deliciosa cena, para que después los novios abrieran el baile con un vals, después el doctor Coutiño bailó con Valeria y en ese momento el cielo se iluminó con fuegos pirotécnicos que llenaron de emoción el momento, ocasionando las lagrimas en muchos de los presentes.
Una vez abierto el
baile, el ambiente fue de primera, donde los invitados convivieron y
fueron participes de la felicidad de los novios, que todo el tiempo
tuvieron una sonrisa en los labios, demostrando la felicidad que sentían
por el importante acontecimiento.
Como es tradicional,
se hizo la “víbora de la mar”, donde la novia lanzó el ramo y el
novio la liga que por cierto cayó en las manos de Fernando Coutiño hijo.
Algo que llamó mucho la atención, fue cuando Teodulfo cantó con
dedicatoria especial a su esposa, la canción “Perfume de Gardenias”,
llenando de orgullo a Valeria que no podía disimular su emoción y
felicidad. Lógicamente la fiesta culminó casi al amanecer, por lo que se sirvió la “tornaboda” que dio fuerzas a varios invitados que ya se les estaban terminando las “Pilas”. Entre los cientos de invitados destacó la presencia de grandes damas como doña Silvia García de Alba, Luz del Carmen Guerrero de Lugo, Oralia González de Cerón, Sonia Estrada de Basurto, Susana Rodríguez de Basurto, Doris Castillo de Castruita, Isabel González, Julieta Ramos de Palomino, Blanca de Vergara, Conchita Saucedo, Yolanda Tabone, Karla Remes, Yara Martínez de Bustamante, Paulette García Duran, Sandra Ramos, entre otras.
De
los hombres asistentes fueron don Humberto Lugo Gil y sus hijos Pepe,
Francisco y Humberto, Javier Basurto, Macario González, Jorge Rojo, Pepe
Lugo, Yamil García Kuri, Jaime Castruita, Manuel Basurto, Pablo Cerón
Matchain, Francisco Rougón padre e hijo, Carlos Morett, Javier y Salvador
“Vos” Sánchez Sánchez, Fernando Rodríguez y sus hijos Fernando,
Luis y José, Fernando Jiménez Cano, Juan Palomino, Rubén Pacheco,
Salvador Pérez Camacho y sus hijos Salvador y Luis Enrique, Alejandro y
Jorge Goñi, Jorge Malo, José Ochoa, Sergio Cuevas padre e hijo, Napoleón
y Eugenio Reséndiz, Eduardo Estrada, Javier Sacre, Gerardo González,
Antonio Herrera, Gerardo Limón, Edgar del Bosque, Hugo Morett, Cesar y Álvaro
Pedrero, Patricio Antuñano, Alberto Bustamante, Oscar Villaseñor,
Humberto Ávila, Juan del Rosal, en fin, muchos amigos. EXHIBICION
CHARRA
A las 13:00 horas del domingo continuó el festejo de la boda con
una exhibición charra en el lienzo del mismo Rancho Cuernavaca, siendo
amenizada por la banda “El Terrible Tamborazo” de don Tereso Falcón,
iniciando con la marcha Zacatecas el desfile de los charros,
posteriormente don Fernando Coutiño dio la bienvenida a los mas de 200
invitados, quienes “Desde la Mirandilla” apreciaron la exhibición,
siendo los locutores Yamil García Kuri y Gerardo González, quienes
explicaron las acciones de la cala de caballo que ejecutó Fernando Coutiño
hijo, omitieron piales y en colas Teodulfo, Pablo Cerón hijo, su hermano
Paco, Francisco Rougón y su hijo Luis, Patricio Antuñano y Fernando,
deleitaron a los invitados, los hermanos Cerón colearon “Enancados”,
en fin, colas poco veces vistas.
Luis Rougón montó
el toro, Teodulfo y los hermanos Cerón realizaron la terna, Luis también
jineteó la yegua, Teodulfo cuajó dos bonitas manganas con tirón del
ahorcado, Paco también tiró a pie, Pablo hizo lo propio a caballo y el
paso de la muerte lo realizó enormemente Teodulfo. Al termino de la competencia se hizo una comida, donde los invitados poco a poco empezaron a despedirse hasta que solo quedó la familia de los ya esposos, quienes despidieron al nuevo matrimonio que saldrá hoy lunes a la “Luna de Miel”, teniendo como destino Orlando, Florida, así culminando la boda que los invitados denominaron como “la Boda del Siglo XXI” en la Charrería, un festejo digno de una Reina Nacional que tanto le dio a la Charrería en su gestión, pues dignificó el papel de las damas en el deporte nacional, proyectó a la mujer como parte vital de este mundo charro y lo mejor, llevó en alto el nombre de la Federación Mexicana de Charrería durante el cuatrienio 1996-2000, en conclusión, una boda real, para una Reina, felicidades Valeria y Teodulfo. |
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